Antes de dedicarte a la fotografía

26 abril 2018 | Por Integrate Media

En este artículo no encontrarás las claves para hacer la mejor fotografía profesional. Te contaremos aquellas cosas que deberías saber si estás pensando en pasar de ser un simple aficionado a considerarte fotógrafo.

Una cámara mejor no te hace mejor fotógrafo

Hay personas que hacen mejores fotos con el móvil que otras con una réflex. Si no sabes componer una imagen o no sabes captar el momento adecuado, el resultado probablemente va a ser malo.

Se podría afirmar que tu capacidad creativa es más relevante que el equipo que tengas, incluso que la parte técnica. No importa lo buena que sea tu cámara, el que hace la foto eres tú.

Esto no significa que un buen equipo no te sea de ayuda o te abra un nuevo abanico de posibilidades. El equilibrio está en saber qué quieres realmente de la fotografía, si buscas profesionalidad o sencillamente entretenimiento.

El material fotográfico no es barato, hay que resistir la tentación de buscar ‘lo último’ en cámaras. Gastarse ochocientos euros para hacer fotos a los colegas cuando salís de fiesta no tiene mucho sentido.

Existen opciones para una amplia gama de público, busca lo que necesites y no gastes más de lo necesario. Indaga sobre el modelo que se adecue mejor a tus conocimientos y al tipo de fotos que quieras hacer.

Fotografía: Combinación de Técnica y Arte

Cuando hablamos de fotografía, estamos hablando de conocer la técnica del arte de captar la luz. Queremos decir que nosotros, y no la cámara, somos los que tenemos que tener el control total sobre las imágenes. Este control no se consigue de la noche a la mañana, sino que necesita de un prolongado proceso de aprendizaje.

Para ello tendremos que salir de los modos automáticos de disparo y entrar de lleno en los modos manuales. Esto nos permitirá controlar los parámetros como la ISO o la apertura de diafragma y así adaptarnos al entorno.

Pero no todo es la técnica, también tenemos el elemento artístico. La composición fotográfica es un arte en sí mismo que se tarda en dominar. Nos referimos a cómo se estructuran los elementos con la finalidad de lograr impactar a través de la transmisión de un mensaje visual.

Acostumbrar a nuestro ojo a mirar de forma distinta y educarlo para interpretar las condiciones cambiantes de luz necesitan de cierta experiencia. Lo mismo ocurre con el hecho de poder transmitir sentimientos o emociones con nuestras fotografías.

Invertir horas de práctica y aprendizaje te permitirán sacar el mayor rendimiento a la herramienta que es nuestra cámara. Primero hay que dominar la técnica y después curtirse en el ejercicio de la fotografía.

De la cámara al ordenador

Cuando terminamos con nuestra cámara todavía no hemos acabado. Fotografiar es la primera parte de un proceso que todavía no nos ha dado el resultado final. Tras las fotos queda una labor de edición que nos llevará al escritorio con nuestro ordenador.

Un aficionado disparará normalmente en automático y formato JPEG, así obtendrá unas imágenes ya finalizadas que no necesitan retoque.

Pero si decides profundizar en el mundo de la fotografía, tendrás que hacer las fotos en formato RAW. Esto supone obtener unas imágenes que necesitan obligatoriamente un procesado para llegar a tener una buena calidad.

Para ello tendrás que usar software como Lightroom o Photoshop. Estos programas de edición son el siguiente paso para dejar un trabajo completamente terminado.

Lo profesional necesita algo más que lo básico

A un nivel amateur, un equipo elemental será suficiente, pero si queremos dedicarnos profesionalmente a la fotografía necesitaremos más.

En un principio podremos apañarnos con un kit básico, pero a medida que vayamos avanzando veremos cómo requeriremos equipo especializado. No es lo mismo dedicarse a la fotografía de retrato, que a la fotografía de paisajes o de producto.

Un equipo fotográfico completo está compuesto por bastantes elementos incluidos:

  • Cuerpo de la cámara.
  • Objetivos.
  • Filtros.
  • Flash.
  • Trípode.
  • Tarjetas de memoria.
  • Pilas recargables.
  • Cargadores.
  • Material de limpieza.

Todo esto pueden hacer que tengas que llevar unos cinco kilos de material o incluso más. Importante también mencionar, que el mundo fotográfico comparte con la informática la velocidad a la que avanzan sus productos. En más de una ocasión te ocurrirá que al día siguiente de comprarte una cámara aparecerá otra con mejores prestaciones. Por no hablar de los miles de complementos disponibles en el mercado.

A modo de conclusión sobre la Fotografía

La fotografía es un mundo en el que siempre hay cosas que aprender y miles de aspectos que desarrollar. Y todo hay que decirlo, no todo el mundo vale para ser fotógrafo.

Es indispensable estar dispuesto a adentrarse en un proceso de aprendizaje continuo que requiere de práctica y esfuerzo.

Si la fotografía es tu pasión, te animamos a que lo intentes y descubras este apasionante mundo.

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